miércoles, 19 de noviembre de 2008

Sobre proporciones...

Hoy quería escribir sobre proporciones. Buscando anotaciones sobre este tema he sido redirigido inevitablemente a cálculos matemáticos. Y es que esta es la base de nuestro oficio. La proporción es “una igualdad entre dos razones”. Sin embargo en gran parte toda la Historia del Arte la proporción ha sido el reto, uso y costumbre del lenguaje. El número áureo o de oro (también llamado número dorado, sección áurea, razón áurea, razón dorada, media áurea, proporción áurea y divina proporción) representado por la letra griega f (fi) (en honor al escultor griego Fidias) véase en wikipedia “numero áureo” En cualquier cosa cotidiana vemos el resultado de siglos de estudios numéricos sobre este tema: las pulgadas de un televisor o su monitor de ordenador, dimensiones de un paquete de tabaco, tamaño de cualquier fotografía que guarde sin caer en la cuenta sobre el peso de su proporción altura-ancho. Presento pues, un primer vistazo a esta cuestión con una mirada a la cúpula de San Pedro del Vaticano. Cúpula y su conjunto ya que en su interior el espacio desvirtúa la capacidad del ojo para descifrar las cifras reales de la métrica utilizada para pechinas, arcos, tambor… Desvirtuando la métrica razonada, desvirtuando la proporción matemática, adaptamos la métrica a la proporción de la razón humana. Cuando nos encontramos en su interior y observamos las medidas de los elementos la sensación es de incredulidad y de vértigo. La pesadez de la cúpula queda evadida por el amplio espacio interior. Su tambor eleva esta y al mismo tiempo la ata a la tierra. El espacio de la bóveda celeste evocando a la vida eterna se ancla a la tierra en esos cuatro puntos evocando la realidad terrena. Cuando nos situamos en una disposición fuera de lo común comprobamos el vértigo real de la construcción. Para ello os traigo una fotografía realizada desde los pies del tambor al interior donde el dominante Baldaquino Petrino queda insignificante ante el espacio concentrado en el interior, sensación distinta si estuviésemos en el piso. Obsérvese el pequeño tamaño de los visitantes que deambulan por su interior. Prometo que este tema volverá a ser objeto de revisión y ampliación en este blog.

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