miércoles, 26 de noviembre de 2008

Renacimiento y Renacimientos...

¿Acaso no está claro? Justo en el momento adecuado, oculto por siglos, el torso vuelve a la vida. Resucitado y profanado su tumba del Campo de’ Fiori, y exorcitado bajo el dominio del gran Julio II, el torso del Belvedere renueva su fuerza a principios del siglo XVI. Es quizás una de las muestras más clarificadoras del sentimiento Renacentista ya que su influencia en escultura y pintura es aplastante. Una simple muestra os traigo con la comparativa del fresco del florentino para la Capilla Sixtina. Obsérvese a San Bartolomé y a Jesús y compárese con nuestro preciado torso. Torso atribuido a la creación de Apolonio de Tralles en el que la flexión corporal contiene todo un estudio anatómico de musculatura y tensión corporal. ¿Hubiésemos preferido que llegara completo hasta nuestros días? Dejo esta cuestión para su respuesta personal aunque yo me atrevería a decir que con lo poco-mucho que nos ha llegado consigue la satisfacción y sacia el alma del deleite artístico. Su simple contorno pudiera ser un logotipo bastante identificativo y personal. ¿Y si termino con el Laocoonte?

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Sobre proporciones...

Hoy quería escribir sobre proporciones. Buscando anotaciones sobre este tema he sido redirigido inevitablemente a cálculos matemáticos. Y es que esta es la base de nuestro oficio. La proporción es “una igualdad entre dos razones”. Sin embargo en gran parte toda la Historia del Arte la proporción ha sido el reto, uso y costumbre del lenguaje. El número áureo o de oro (también llamado número dorado, sección áurea, razón áurea, razón dorada, media áurea, proporción áurea y divina proporción) representado por la letra griega f (fi) (en honor al escultor griego Fidias) véase en wikipedia “numero áureo” En cualquier cosa cotidiana vemos el resultado de siglos de estudios numéricos sobre este tema: las pulgadas de un televisor o su monitor de ordenador, dimensiones de un paquete de tabaco, tamaño de cualquier fotografía que guarde sin caer en la cuenta sobre el peso de su proporción altura-ancho. Presento pues, un primer vistazo a esta cuestión con una mirada a la cúpula de San Pedro del Vaticano. Cúpula y su conjunto ya que en su interior el espacio desvirtúa la capacidad del ojo para descifrar las cifras reales de la métrica utilizada para pechinas, arcos, tambor… Desvirtuando la métrica razonada, desvirtuando la proporción matemática, adaptamos la métrica a la proporción de la razón humana. Cuando nos encontramos en su interior y observamos las medidas de los elementos la sensación es de incredulidad y de vértigo. La pesadez de la cúpula queda evadida por el amplio espacio interior. Su tambor eleva esta y al mismo tiempo la ata a la tierra. El espacio de la bóveda celeste evocando a la vida eterna se ancla a la tierra en esos cuatro puntos evocando la realidad terrena. Cuando nos situamos en una disposición fuera de lo común comprobamos el vértigo real de la construcción. Para ello os traigo una fotografía realizada desde los pies del tambor al interior donde el dominante Baldaquino Petrino queda insignificante ante el espacio concentrado en el interior, sensación distinta si estuviésemos en el piso. Obsérvese el pequeño tamaño de los visitantes que deambulan por su interior. Prometo que este tema volverá a ser objeto de revisión y ampliación en este blog.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Utilitas...

¿Acarreo o despotismo artístico? En cualquier otro lugar del mundo, una pieza como esta pudiera ser el motivo central o una de las piezas claves de referencia en cualquier exposición museistica, sin embargo, la embriaguez artística romana hace que una placa procedente de algún templo de los foros imperiales fuera usada como estructura de un vano para sostener la maquinaria de un aire acondicionado. Se le suma el delito de que parte de este palacio, el Palacio Venezia, fue trasladado y retranqueado unos metros por lo que concretamente esta parte del palacio data de principios del XX. Ya me gustaría a mi, poder tener un aire acondicionado en un mármol como este...

miércoles, 5 de noviembre de 2008

El Espinario

Para hablar del espinario podriamos dedicarle un blog entero con actualizaciones y ampliaciones diarias. Si nos remitimos a su origen, podríamos decir que se trata de un bronce del siglo I antes de Cristo, creado con la técnica de la cera perdida cuyas dimensiones se limitan a 73 cm. Como pieza es un revulsivo para su época ya que combina conocimientos de diferentes momentos, mezcla de lo griego clásico y de las nuevas facturas romanas ya que probablemente naciera en la ciudad eterna.

Otra cualidad es la cristianización de este modelo. Fue durante el barroco donde el modelo del niño de la espina tuvo gran devoción. La piedad popular ungió el momento apócrifo en el que el niño Jesús se pincha con una espina, presagio de su pasión y corona de espinas. La pieza que os traigo es el Dulce Nombre que posee mi cofradía obra de Luís Álvarez Duarte.

La pieza original de bronce además marca un hito histórico ya que es una de las piezas que Sixto IV restituye a la ciudad de Roma. El espinario se había convertido en una seña de identidad de la Roma clásica y el pontífice la dona junto a otros bronces como la loba capitolina para fundar los Museos Capitolinos en 1471. Puede usted disfrutarla en la sala de los Triunfos del palacio de los Conservadores. Por supuesto en Roma.

martes, 4 de noviembre de 2008

Sergio y Baco

Como le gusta a Rafael os presento:

Iglesia de los Santos Sergio y Baco, Constantinopla (actual Estambul, Turquía).Interior. Período Paleobizantino. Época de Justiniano. 536.

Edificio de planta cuadrada en el que se inscribe una sala octogonal central con cuatro exedras dispuestas en diagonal alternadas con partes rectas. Entre el cuadrado y el octógono corre un deambulatorio, que en la planta alta da lugar a una tribuna o gineceo abierta al centro mediante arcadas de dos columnas y tres vanos gracias a macizos pilares. Para separar las dos secciones en altura que posee se dispone un fuerte entablamento que se aprovecha para hacer una inscripción de Justiniano. La cubierta central es una cúpula en la que hay ventanas en el tambor que proporciona luz a esta nave principal. La bóveda es gallonada de 16 plementos alternados curvos y rectos.

Originalmente cuenta con un nártex y un pórtico por tanto la estructura viene a ser casi una réplica a escala menor de la iglesia de Santa Sofía.

La devoción particular de Justiniano le llevó a eregir este templo en honor de los mártires Sergio y Baco a los cuales les atribuye su salvación en víspera de la festividad.

La diferencia principal entre los edificio de planta central occidentales y orientales está fundamentalmente en la distinta función que tendrán unos y otros. En occidente se utilizaban como martyria o como edificio conmemorativo, en oriente y sobre todo a partir de la iniciativa que tendrá la emperatriz Teodosia (mujer de Constantino) de utilizarlo como oratorio privado, como oratorio-iglesia palatina como es la iglesia de Santos Sergio y Baco. Además del importante cambio de función que se origina en esta construcción es importante advertir la influencia que tendrá en edificaciones futuras, tales como la iglesia de San Vital de Rávena (538-547) Erigida por el mismo emperador.