martes, 21 de octubre de 2008

Sobre libros...


Biblioteca de San Carlo alle quattro fontane


Consideremos una biblioteca como un depósito de cadáveres que esperan la resurrección. Quizás de un estudioso historiador que exhorcite y resucite tanto saber mudo y paciente. En unos de mis viajes a Roma disfruté de esta biblioteca distinta de las demás que ya conocía de Roma y otras grandes ciudades. No soy el más indicado para hablar de ella pero sin duda noté algo especial en ella. Me sentí identificado con ella y su proyecto de regeneración y reinserción en sociedad de libros (algunos incunables) desterrados a la oscuridad por un tiempo. Me sentí identificado y emocionado al saber que era mi facultad la que estaba abriendo luz a este pequeño rincón erudito de la ciudad eterna. La emoción sentida al saber que era un amigo el que estaba escribiendo la Historia con letras mayúsculas de este depósito. Podría haber sido cualquiera, pero nadie como mi amigo y maestro Montijano. Espero que disfruteis de este recuerdo.

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